martes, 26 de abril de 2011

Y veo el congreso, más gris que nunca. Después de un largo rato aca sentada, no me queda mucho por pensar. Ya olvidé que tenía frío, y a los nervios los pude superar... tal vez se los llevo el viento mientras enredaba mi pelo.
Podría describirlo perfectamente con los ojos cerrados, sin que se me pase un solo detalle. La imagen de aquella vieja cúpula paso a ser parte de mi cotidiano.
Atrás mio hay banderas, también a un costado, y aunque diferentes son sus causas, el objetivo es el mismo: Ser reconocidos.
Los convatientes de Malvinas, deben llamarse héroes. Deben ser homenajeados, recordados. y aunque este naturalizado (como tu sonrisa en mi mente), no podemos olvidar que esos asesinos los desvalorizaron...
Y bueno, los pueblos originarios no merecen menos que sus propias tierras, que fueron usurpadas tanto en dictadura como en democracia.
En mi cabeza suena su nombre, cómo olvidar tales luchadores?
Pero tampoco te puedo olvidar: a vos, tus niñeces, tu utopía, tus caricias, tu mirada.
Y ahi entiendo que no lo mereces, pero igual es dificil. Siquiera invocarte es bueno para mí

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